He trabajado como asistente dental en varias consultas durante más de 30 años y siempre he disfrutado de mi trabajo. En los últimos años, mi trabajo se ha centrado en el área de recepción y el contacto directo con las personas ha sido una de mis principales tareas.

Gracias a mi sensibilidad, siempre he tenido una buena relación con los pacientes y he podido tener un efecto tranquilizador y equilibrante, especialmente con las personas ansiosas.

El punto de inflexión más grave de mi vida fue sin duda la temprana pérdida de mi madre. Tras esta experiencia, tuve que reorganizarme por completo y durante un tiempo estuve en mi punto personal más bajo.

Por primera vez en mi vida, busqué ayuda y apoyo externos y, poco a poco, volví a conocerme. Fue un viaje muy intenso, durante el cual mi marido me apoyó
maravillosamente.

Aceptar mis miedos y disolver creencias obstructivas es sólo una parte del camino que he recorrido. El dolor es a menudo una gran oportunidad para hacer algo nuevo.

Mientras tanto, me he vuelto más compasiva y suave; no siempre es fácil ser sensible y muy sensible. A veces me parecía una carga, pero ahora lo veo como un gran regalo que incorporo a mi trabajo.

Debido a mi hernia discal en las vértebras cervicales, combinada con mareos y mucho dolor tensional, me propuse encontrar una solución adicional junto a la medicina convencional.

Descubrí el Qi Gong por mí misma. Esta forma de terapia de movimiento combinada con mindfulness me fascinó y me formé para convertirme en formadora certificada de Qi Gong. Esto me permite ofrecer trabajo físico además de mi apoyo mental.

Armonizar cuerpo, mente y alma es lo que quiero para todos. Estaré encantada de acompañarte en este camino hacia tu propia "paz interior" personal.